Publicado por: Gabriela Saenz
La obra de Javier Marín es unica y monumental, desgarradora y hermosa, es resultado visible e inmediato que puede advertirse a plenitud (acaso como recurso exclusivo) solo sobre la piel donde se juegan todas las batallas del hombre, y las del genero humano.
De ese enfrentarse cara a cara con la vida _una vida que es directríz y a la vez flagelo que hiere pero que seduce, una vida que mata pero que no consume, que roba el aliento y con ello te entrega (y te restriega) al sueño intermitente y condenado de la vigilia_ el artista re-crea aquella que es sínodo permanente, la reservada solo para los elegidos: la de los heroes y sus musas, la de todas las ventanas, la de todos los tiempos...! y es solo entonces que podremos morir _transportados de la mano de Marín y su obra_ mientras contemplamos este cielo (universo que se tiende paralelo...) vasto de carne, de huesos y clavos; inmerso de tiempo y su accidente de conciencia y de conciencias, de moral y de lucha, del uso y desuso que hacemos de las "buenas costumbres" de nuestros fanfarroneos sociales y sus juegos eternos.
El mundo del escultor mexicano puede sin duda resultar embriagante a cada respiro, en cada corte amotinado, en cada Amor rescatado a fuerza de ese tallar paciente y pernicioso, laborioso y seductor del artista sobre la arcilla y en ello, porqué no decirlo? conquistar a sangre,
su propia Resurrección...
El video que presento es el mismo que se transmitió como parte de la ultima exposición del artista michoacano en la ciudad de Monterrey.
De ese enfrentarse cara a cara con la vida _una vida que es directríz y a la vez flagelo que hiere pero que seduce, una vida que mata pero que no consume, que roba el aliento y con ello te entrega (y te restriega) al sueño intermitente y condenado de la vigilia_ el artista re-crea aquella que es sínodo permanente, la reservada solo para los elegidos: la de los heroes y sus musas, la de todas las ventanas, la de todos los tiempos...! y es solo entonces que podremos morir _transportados de la mano de Marín y su obra_ mientras contemplamos este cielo (universo que se tiende paralelo...) vasto de carne, de huesos y clavos; inmerso de tiempo y su accidente de conciencia y de conciencias, de moral y de lucha, del uso y desuso que hacemos de las "buenas costumbres" de nuestros fanfarroneos sociales y sus juegos eternos.
El mundo del escultor mexicano puede sin duda resultar embriagante a cada respiro, en cada corte amotinado, en cada Amor rescatado a fuerza de ese tallar paciente y pernicioso, laborioso y seductor del artista sobre la arcilla y en ello, porqué no decirlo? conquistar a sangre,
su propia Resurrección...
El video que presento es el mismo que se transmitió como parte de la ultima exposición del artista michoacano en la ciudad de Monterrey.
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