Publicado por: Gabriela Saenz
Experiencia, presición y contundencia: Guillermo Pérez demuestra porque se merece el oro como máxima presea para coronar toda una vida de esfuerzos, fatigas, dolencias y golpes en el dojang. Beijing 2008 honra a éste deportista mexicano tras una jornada de muy variadas exigencias, en la que Pérez demostró su temple excepcional de artemarcialista entregado, quién además de técnica cuenta con lo más importante: pasión y corazón...
¡Enhorabuena por el michoacano!
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