I Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes: "Entre la Palabra y la Violencia"

Publicado por: Gabriela Sáenz

El Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León organiza el I Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes en coordinación con un Comité Organizador integrado por cuatro escritores jóvenes del estado. Este Encuentro nace como iniciativa de un grupo escritores de Nuevo León que es aprobada y financiada por CONARTE Nuevo León. Este proyecto cuenta también con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y con el patrocinio moral de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El tema principal abordado por los jóvenes escritores en las diversas ponencias y lecturas, es el de la violencia; el por qué y el cómo sus efectos preceden,suceden y transgreden de la vida cotidiana actual, para abarcar el entorno del quehacer literario en el país y global.

El encuentro ha tenido en sus dos primeras jornadas la presencia de múltiples escritores que ya destacan en el ámbito literario de México, así como la presencia de Daniel Sada en su sesión de apertura, y mañana sábado 19 de Julio, la del escritor argentino Juan Gelman para la clausura que se llevará acabo en el Museo MARCO.

Juan Gelman (Buenos Aires, Argentina, 1930).

Ha publicado los libros de poesía: Violín y otras cuestiones (1956), El juego en que andamosVelorio del solo (1961), Gotan (1962), Cólera Buey (1965), Los poemas de Sidney WestFábulas (1971), Comentarios (1978-1979), Notas (1979), Citas (1979), Carta AbiertaBajo la lluvia ajena (1980), Hechos y relaciones (1980), Si dulcemente (1980), Citas y comentarios (1981), Bajo la lluvia ajena (1980), Hacia el sur (1982), ComposicionesEso (1983-1984), Dibaxu (1983-1985), Anunciaciones (1988), Carta a mi madreSalarios del impío (1984-1992), La abierta oscuridad (1993), Incompletamente (1997), Ni el flaco perdón de Dios (1997), Debí decir te amo (1997), Prosa de prensa (1997), Tantear la noche (2000), Afganistán, Irak, el Imperio empantanado (2003), País que fue, será (2004), Oficio ardiente (2005), Miradas (2006), Mundar (2008). Entre los múltiples galardones que ha recibido figuran el Premio Nacional de Poesía argentino (1997), de Literatura Latinoamericana, del Caribe Juan Rulfo 2000, Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2004, Nacional de las Letras Teresa de Ávila 2004, Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2005) y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005). También los premios Boris Vian 1986 y Mondello 1980 y el Premio Cervantes de Literatura 2007. Gelman es una constante en la terna de nominados al Premio Nobel de Literatura.

Daniel Sada (Mexicali, México, 1953).

Estudió periodismo. Ha publicado los libros de relatos: Juguete de nadie y otras historias (1985), Registro de causantes (1992, Premio Xavier Villaurrutia), El límite (1996); y las novelas: Lampa vida (1980), Albedrío (1988),Una de dos (1994, llevada al cine en 2002), Porque parece mentira la verdad nunca se sabe (1999, Premio José Fuentes Mares), que tuvo un gran éxito de crítica y de público, Luces artificiales (2002), Ritmo Delta (2005, Premio de Narrativa Colima), La duración de los empeños simples (2006) y Casi nunca (2009, Premio Herralde de Novela 2008) . Sobre Daniel Sada se ha dicho: «No es tanto un narrador como una prosa. Llamarlo estilista es denigrarlo. Es uno de los formalistas más extremos del idioma, el más arriesgado de los mexicanos» (Rafael Lemus, Letras Libres); «Un narrador profundamente cercano a la esencia del hombre» (Álvaro Mutis); «Sada renovó la novela mexicana con Porque parece mentira la verdad nunca se sabe» (Juan Villoro); «En cada línea, en cada libro, a lo largo ya de muchos años, Daniel Sada ha resultado ser el hombre-novela de su generación. Pocos como él tan enamorados, con doloroso empecinamiento, de la forma, orfebre para quien –rareza entre los novelistas– cada palabra pesa en oro» (Christopher Domínguez Michael); «Daniel Sada será una revelación para la literatura mundial» (Carlos Fuentes); «Daniel Sada, sin duda, está escribiendo una de las obras más ambiciosas de nuestro español, parangonable únicamente con la obra de Lezama, aunque el barroco de Lezama, como sabemos, tiene la escenografía del trópico, que se presta bastante bien a un ejercicio barroco, y el barroco de Sada sucede en el desierto» (Roberto Bolaño).