Publicado por: Gabriela Saenz
A unos días de cerrar el ciclo del año 2008, y teniendo como tarea hacer del 2009 un año de crecimiento en el que se cosechen logros personales y profesionales, me he topado con los versos de Rosa María Elizondo; un pequeño poemario que adquirí hace algunos años en la Casa del Arbol: Peca de ángel. Y a bien decir, su título ha pecado de Angel (con mayúscula) al traducirme algunas verdades de lo pequeño, de lo ordinario; de aquello de lo que, prontamente (y sin hacer ruido) nos cuela su sigilo entre los huesos, y, apenas sin darnos cuenta, nos transforma en otro. En el Otro.
Quizá.
Les transcribo un poema de este pequeño, pero ciertamente grande poemario.
A la orilla de la vida.-
Hoy la lluvia
es espuma de plegaria
que se filtra en la casa.
Mariposas caen del cielo
a días de paraguas
para un mundo de crepé.
Nubes dibujan un circo
en el aire,
se extinguen los pinguinos
con sombreros de copa.
Violines para el búho
que en su refugio canta.
Charcos sirven de espejo
para despintar un beso burdo.
Terciopelo de durazno
es ungüento en la espalda.
Me lleva a la orilla
un barquito de papel.
Muy interesante tu blog.
ResponderBorrarConozco a Rosy Elizondo y me pidió que te diera las gracias por tus palabras.
El correo de Rosy es rojoelizondo1@hotmail.com
Felicidades.
¡Muchas gracias René!...le escribiré a Rosa, me encanta su trabajo.
ResponderBorraradmirar el trabajo de la poetisa es redundar en el concepto de la misma esencia de la persona, Rosy es Grande, poeta, pintora, alma, espiritu...
ResponderBorrargracias Gabriela
La poesía de Rosy Elizondo es un bálsamo para el alma. Es miel que cae del cielo de su mirada. Lo dice quien ha tenido la dicha de ver su propia existencia reflejada en lo sutil de su tibia mirada. Es un ángel bellísimo viviendo entre bárbaros. Además de poeta y excelentísima pintora, Rosy es una de las mujeres más bellas de este mundo terrible en el que algunos vivimos...
ResponderBorrar