Torrego (expositor) y Gabriela Sáenz directora de rojo3es
TROTAMUNDOS
Miradas profundas e inquietantes develan con su transparencia el bagaje del Trotamundos, reciente colección de uno de los mexicanos más versátiles de las artes plásticas, el regiomontano TORREGO, quien una vez mas, reside en Sao Paulo, Brasil.
El efecto del conjunto, integrado por poco más de una veintena de obras de pequeño formato, semeja con ventura un universo en el cual los lienzos son ventanas abiertas que revelan la nueva y vigorizante postura del joven creador, frente al contexto actual de un mundo globalizado, más no por ello frío:
Torrego, despierto, despierta a quien le mira.
Hace las veces del inquisidor: pregunta, inquiere; otras, incomoda, pero siempre consigue movernos de nuestro plácido lugar de espectadores.
En cada pequeño, pero gran cuadro de TROTAMUNDOS, rostros coloridos emergen, casi estáticos, de una atmosfera en donde la pureza se enfunda de blanco y latiga con su violencia nuestras conciencias. Los trazos escurren, sí, escurren, en pinceladas breves de diáfana melodía cuyos vivaces tonos derrochan un erotismo joven, una frescura voluptuosa.
Pero el escenario de este micro-universo fue montado en una realidad paralela y los personajes aún no se percatan de ello. Prestos, acuden vestidos de recato. Puntuales, asoman su curiosidad humana y en esa curiosa humanidad que les define, no se sorprenden ante la reacción que provocan; a la hora y el lugar de la cita marcada: hacen lo suyo sin saber ni como.
Bajo la tutela del regiomontano pródigo, embisten, coronan anhelos fragmentados; dan remedio a los vencidos y rearman de dignidad a los desvencijados.
Ciudadano alerta, ciudadano cuya fragilidad nos hace espejo – recurso éste de los predilectos del artista- nos en-frenta sin falsos argumentos (ni tampoco salida) con nosotros mismos: nos querella.
Y nos hallamos desnudos frente a un adversario de doce por nueve… (¿quién dijo que el tamaño importa…?) Torrego rompe el paradigma, la norma: son suficientes escasos centímetros cuadrados para que el pintor nos regale tremenda sacudida y demuestre con ello -si acaso alguien dudare- que las artes plásticas de México no sólo están a la altura de las del resto del mundo, si no que con una gracia peculiar y suertes de Fantomas, las superan en muchos casos.
Arraigo, color, universalidad, humanismo y maestría técnica, son algunos de los calificativos que otorgan su singular carácter a esta muestra.
A remover esqueletos y cenizas, a despojar de polvo las conciencias y todo aquello que no sea Verdad…
¡En hora buena!
Gabriela Sáenz
Directora de rojo3es Atelier de Arte
San Pedro, Garza García, Nuevo León. México
Febrero de 2011.