Los niños son y serán nuestra Esperanza, pero ¿Qué esperanza les damos los adultos a ellos? ¿Qué garantías podemos ofrecerles en un mundo donde prolifera la injusticia social, el hambre, la pobreza extrema en muchos casos, la explotación y el maltrato físico, emocional?...
Parece ser ciertamente que la familia es un órgano social enfermo: las condiciones de miseria de tantos pueblos y la ignorancia dada desde el seno familiar (por desgracia) son causa fundamental del alarmante aumento de uno de los problemas sociales más graves en la actualidad _solo por debajo de la venta de armas y del narcotráfico ( y que va estrechamente enlazado a estos) _ "la trata de blancas".
Sin embargo, lo más terrible es el caso omiso de las autoridades gubernamentales no solo nacionales sino internacionales: estas redes de secuestro, prostitución y esclavización de mujeres y menores se dá por igual en todo el mundo. Bajo el amparo de organizaciones y grupos políticos en el poder que se hacen "de la vista gorda" para no atacar el problema; estos delitos son perpretados en absoluto clima de silencio.
Y es que en la mayor parte de los casos, las víctimas son trasladadas con engaños fuera de su país de origen, en donde posteriormente son despojados de sus documentos oficiales y reclutados en edificos fuertemente vigilados para evitar la denuncia o el escape. El idioma es otro impedimento que aunado a la condición de inexperiencia ( en el caso de los niños) los somete al total aislamiento. Las estadísticas disponibles en la red demuestran que en el caso de las mujeres la mayor incidencia se da en las madres solteras, desesperadas por darle sostenimiento a sus hijos y en los niños de las clases más pobres, o de los que provienen de hogares rotos ó en conflicto, con padres ausentes por trabajo o adicciones o deudas económicas graves que propician que incluso los tutores cedan la tutela del menor como pago de la misma (esto aplica en especial para Asia) .
Una vez bajo control de los proxenetas, serán victimados sin ningún tipo de reparo y por el tiempo que "sirvan" para estos fines... los empleos y las condiciones podrán variar, según la mejor oferta, el mejor postor, el estado del "producto"... Llegado el momento (en especial hablando de los niños) será abandonado a su suerte: una muerte por enfermedad contraida por vía sexual (como el VIH) por alguna de las golpizas tan frecuentes en este tipo de negocios, por mutilación ( en el caso del contrabando de órganos) o simple tortura.
Unas veces imposibilitados por el poder de las "mafias" que sustentan estas redes y organizan este fructífero y multimillonario negocio, ó seducidos por las jugosas ganancias que con la finalidad de ejercer sus crímenes sin ser molestados son repartidas a manos llenas en forma de "cuotas regulares" a todos los niveles policiales y migratorios, los gobiernos permiten el tráfico de seres humanos.
Tratando de "tapar el sol con un dedo" ( lo cual ciertamente es imposible...) ó evitando hacer declaraciones que puedan comprometer su persona o sus seguridades, el tema de la trata de blancas es evitado en casi todos los parlamentos y foros mundiales... me pregunto: ¿Estarán nuestros politicos bajo amenaza ó coacción? ¿De qué otra manera se puede uno explicar esta siniestra complicidad?...
Hasta hoy lo cierto es que ésto parece tomar el cáliz de Pecado Social.
Abajo les transcribo una parte de las múltiples denuncias periodísticas que se hacen
Chiapas nido de trata de blancas
Por: Ana Lilia Pérez , enviada para CONTRALINEASegún el informe: Fin de la prostitución infantil, la pornografía y el tráfico de niños con fines de explotación sexual, elaborado por Ecpat, desde Tapachula, donde sucede la venta, las víctimas son redistribuidas a Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y el Distrito Federal. Más del 50 por ciento son guatemaltecas; el resto, salvadoreñas, hondureñas y nicaragüenses, de entre ocho y 14 años.
Rocío Rodríguez, directora de la o.n.g. de Alianza por tus Derechos, con sede en Costa Rica –quien en 2003 hizo la investigación con la que se logró desmantelar la red internacional de pedófilos Paidós– explica que junto a la violencia física y sexual, los proxenetas hacen adictas a sus victimas para retenerlas. Además, no las previenen contra enfermedades venéreas, porque de antemano cuantifican los años que les serán redituables.
Sobre los trastornos físicos y psicológicos, explica que como han vivido inmersas en la violencia, es difícil que se readapten a la vida familiar. La mayoría son adictas a las drogas y es muy difícil quitarles la adicción, “pero, sobre todo, tienden a reproducir la violencia de la que han sido objeto, porque los trastornos psicológicos que los tratantes provocan en ellas son irreversibles”.