Publicado por: Gabriela Sáenz
A veces percibimos el derecho a recibir educación, un trato justo y a expresar nuestros pensamientos a viva voz como una realidad social cubierta, incluso si es deficiente, pero, ¿qué pasa cuándo no es así? cuando en el laberinto de nuestras entramadas y complejas sociedades modernas estos derechos básicos e inalienables con nuestros niños y jóvenes no se acatan; cuando los recursos se invierten en otras formas menos "onerosas" o más productivas... cuándo hay un sólo niño que padece abuso, en cualquiera de sus formas... hambre?
La serie de videos de la asociación Youth for Human Rigths nos recuerda el compromiso que tenemos como miembros adultos hacia nuestras comunidades (donde quiera que nos encontremos) de hacer palpable para todos, y en todo momento, esta consigna.
La serie de videos de la asociación Youth for Human Rigths nos recuerda el compromiso que tenemos como miembros adultos hacia nuestras comunidades (donde quiera que nos encontremos) de hacer palpable para todos, y en todo momento, esta consigna.
Pues, indudablemente, una sociedad sin Justicia (así, con J mayúscula) está condenada a la extinción, a la pobreza, al debilitamiento de sus recursos y a la Guerra.
Por un mundo de Paz (de nuevo, con Mayúscula) debemos asirnos a las iniciativas de aquellos valientes que se atreven a promulgarse en pos del Bien común; de quienes Educan en el mejor de los términos, en la Equidad, en la bonanza y en la escucha; en el atender, en ése tender puentes al diálogo, a la solución: en promover la Convergencia que sólo puede conducir al estado de armonía para el que el Hombre fué creado, y al que aspira, en su fuero íntimo, como fuente de realización plenaria.
Por un mundo de Paz (de nuevo, con Mayúscula) debemos asirnos a las iniciativas de aquellos valientes que se atreven a promulgarse en pos del Bien común; de quienes Educan en el mejor de los términos, en la Equidad, en la bonanza y en la escucha; en el atender, en ése tender puentes al diálogo, a la solución: en promover la Convergencia que sólo puede conducir al estado de armonía para el que el Hombre fué creado, y al que aspira, en su fuero íntimo, como fuente de realización plenaria.
1 comentario:
recien veo tu mensaje. Gracias por detenerte a leer. Un abrazo.
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