Publicado por: Gabriela Saenz
A pesar de que esta obra es una película de género y de que muchos podrían objetarle precisamente esto, Hero es una propuesta visual que de ningún modo deberíamos perdernos, un material de colección al que se puede acceder con solo oprimir un "play" en una reproductora casera de vídeo. La película que esteraliza el muy famoso actor marcialista Jet Li junto a Tony Leung, Maggie Cheung, Zhang Ziyi, Chen Dao y Donnie Yen, fué calificada en el 2002 _año de su estreno_ como la mejor película de Lengua extranjera (lo cual significa que fué grabada enteramente en otra lengua y no contiene mas que subtítulos al inglés).
Más allá de la historia épica (que transcurre a lo largo de noventa y tantos minutos) de causas morales y sociales fraguadas en campos de batalla donde la mitología cobra nombre y tiene fuente, cada gesto, cada movimiento _ en especial los marciales_ son ejecutados de un modo sorprendente, no solo extraordinario; literalmente mágico: en el fluír cadencioso de los enormes velos que cuelgan del cielo de los salones del antiguo Palacio de la ciudad Prohibida ó de las exageradamente largas vestiduras ( que solo el próposito de la poesía visual podría justificarcar) puede descubrirse un universo paralelo al musical: es desde esa plataforma e inmerso en ese silencio, donde un sonido acaso perfumado de viento nos lleva a través de la repentina irrupción al cuerpo estilizado y delgadisimo (el de las bellas mujeres que acompañan _y coestelarizan hombro con hombro con Li_ ) y desde el que el director hace su apuesta y argumento artístico, casi plástico. Es desde una ventizca _tan sorpresiva cómo requerida_ que se detalla la atmósfera que circunda ese suave (pero frenético a la vez) movimiento que los trajes aportan y qué me hace preguntarme ¿quién porta a quién?...
Las damas guerreras de Tarantino y su Hero, re-crean el valor de la presencia femenina en todos los escenarios, incluso los tradicionalmente masculinos como los marciales; y, es que además,el magnífico Viento quién es dueño de esa fuerza que logra mutar su universo así como el resto del grupo de nobles guerreros, poseen por sobretodo un alto rango en el dominio de la autoperfección interior y es por esto que el exaltado color, sumado magistralmente a la bellísima música de Tan Dun y la tremendamente laboriosa edición de este material, dá como resultado que seamos conducidos de la mano a compartir el delirio de los personajes; sus obsesiones y dolores, la perspectiva desde la que miran y desde la cual serán juzgados.
Como conclusión: Tarantino nos empuja a comprender la naturaleza de la misión que embiste al protagonista con la contudencia del destino, por la cual además será recordado y honrado como Heroe, a través de una atmósfera diafana de belleza invaluable y surrealista.
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